Cloud Computing consiste en «subir» nuestros datos y buscarlas en servidores remotos en lugar de en servidores locales. La manera de acceder a estos datos será mediante internet y no la red interna.
Esta tecnología da nuevas oportunidades de negocio y facilita la movilidad.
A nivel de infraestructura, esta tecnología siempre resultará más económica, ya que nuestro servidor, en la mayoría de los casos sólo ocupará una pequeña parcela de un hardware, repartiendo por tanto los costes de la inversión.
La forma de pago de esta tecnología suele ser por servicio o por características de hardware,
- Servicio: Precio por conexión, ya sea cuenta de correo, acceso a una aplicación remota …
- Hardware: El importe irá proporcional con las características de nuestro servidor, y en la mayoría de los casos nosotros tendremos la libertad para modificar en cualquier momento estas características.
Hoy en día, si queremos proteger una aplicación crítica y no queremos correr riesgos innecesarios y no disponemos de elevadas inversiones en iT, la mejor manera es externalizar esta aplicación y hacer que los usuarios acceden a ella mediante Internet. Nuestra aplicación estará físicamente en un datacenter que en la hora estará replicado en varias ubicaciones. Esta infraestructura podría resultar muy costosa y totalmente inviable tener físicamente en nuestra empresa. Este servicios tendrá un coste mensuales que irá ligado con las características del servidor y las conexiones necesarias para acceder.